Año nuevo… ¿Propósitos nuevos?

Arrancó un nuevo año y con él nacen los múltiples propósitos que todos intentamos cumplir, por supuesto, rodeado de victorias o desdichas, pero propósitos al fin…

El 2015 comenzó como cualquier otro año para mí. Nada especial, uno que otro proyecto al que le faltó cuajar, pero sí con la convicción de que a medida que me hago más mayor, he aprendido a dejar de ser tan ilusa y tan poco realista con los nuevos deseos. La verdad es que he entendido que cada vez que se me ocurría hacer la bendita lista o cada vez que trataba de atragantarme entre uva, campanada y nuevo propósito del 31, todo quedaba en nada. Empezaba con el ímpetu de cualquier vendaval, pero siempre, siempre, terminaba dejando de lado más de la mitad de los proyectos.

Créanme que aunque éste panorama se repetía año tras año, no lograba reconocer lo que sucedía y cuando volvía a finalizar, me encontraba con una frustración que me llevaba a repetir el mismo error de la lista inalcanzable (y muchas veces imposible de cumplir) de nuevos retos. Lo bueno es que como dicen por ahí, cualquier cosa tiene solución mientras estés vivo, y según las cosas que me pasaron durante años anteriores y especialmente en el 2014, pude darme cuenta de que el error era simplemente uno: ¡AUTOENGAÑARME!

Suena hasta divertido, y muchos dirán que ya habían reconocido sus errores al desear, desear, y no cumplir. A mí me llevó bastante tiempo, pero como todo se puede rectificar, éste año ni siquiera me di a la tarea de desear nada durante las doce campanadas, pero sí pude imaginar y proponerme dos o tres cosas a las que pienso dedicar la energía que desperdiciaba en diciembre lamentándome por no haber logrado todos mis objetivos.

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No sé si cada uno de ustedes se ha detenido a pensar en lo que han pretendido hacer en muchas oportunidades y no han logrado, pero lo que sí es cierto, es que ninguno nos hemos escapado de esa realidad. Pienso y aprendí a punta de trancazos, que todos deberíamos ser sensatos y muy realistas a la hora de proponernos algo, bien sea para un nuevo año, o simplemente para el periodo que escojamos. Les puedo decir que hace un par de años, alguien me recomendó elaborar un “mapa de sueños” y aunque en ese momento compré el anime más grande, lo llené de muchas cosas que quería para mi vida, y lo puse en el lugar más visible de mi casa, fueron pocas las metas reales que pude alcanzar, y ¿por qué? porque soñar tiene un costo, y ese costo se llama ACCIÓN.

Si nuestras metas no van acompañadas de trabajo y esfuerzo no se cumplirán nunca. Podemos pasar la vida soñando y soñando, siempre vamos a querer lograr algo, rebajar lo kilos que aumentamos en diciembre, hacer ejercicios, ahorrar más, cambiar de trabajo, pero si sólo lo decimos y no buscamos la manera de tener un plan para lograrlo, nos quedaremos dando vueltas en círculos, llenándonos de frustración, sintiéndonos incapaces y peor aún, infelices.

New Year's Resolutions

Mi recomendación muy particular es dedicar un tiempo a evaluar nuestros propósitos, acompañarlos de un plan de acción e ir midiendo nuestros progresos en el tiempo, probablemente haciendo ajustes sobre la marcha en el momento correcto, sea posible lograrlos y sentirnos mejor con nosotros mismos…

Y a ustedes, ¿cómo les ha ido con los propósitos de año nuevo?

3 comentarios en “Año nuevo… ¿Propósitos nuevos?”

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