Para quienes no lo saben aún, desde hace unos meses junto a mis hijas adolescentes, Miliarny y Roosevelis y mi esposo Roosevelt Gordones, llevamos a cabo una sección de podcasts denominada: La Familia Digital.
Esta sección nace como espacio para emitir nuestras opiniones sobre temas diversos, pero sobre todo, como ventana para que dos jóvenes adolescentes pudieran dar a conocer cómo ven el mundo y lo que sucede a su alrededor desde su perspectiva. A nuestras hijas, como a la mayoría de las adolescentes, les interesa el tema digital, pero no escapan de sus manos (y de sus opiniones) las cosas que suceden en el día a día y es por eso que como familia, decidimos de un modo no convencional, abrir un espacio para que ese pensar no se quedara en una simple conversación y es así como nacen los episodios de La Familia Digital.
Hoy arribamos al capítulo numero 3 (los otros dos los pueden escuchar aquí) y la verdad es que ha sido super divertido, además de un poco terapéutico, porque hemos podido drenar nuestras inconformidades y vivencias, además compartirlas con ustedes, que de seguro han vivido cosas como las que nos han sucedido a nosotros.
Como ya leyeron en el titulo, hoy vamos a revelar algunas de las anécdotas que nos han sucedido en el Metro y en el Ferrocarril de los Valles del Tuy. Para los que apenas se enteran, nosotros hacemos vida laboral en Caracas la mayoría del tiempo, pero vivimos en los Valles del Tuy, por lo que siempre o la mayoría de las veces, utilizamos el sistema ferroviario para trasladarnos a nuestros destinos, lo que nos ha dado un buen material para desarrollar lo que escucharán a continuación.
La invitación es que si han vivido alguna experiencia digna de contar, nos las dejen saber en los comentarios, ¡queremos leerlos!
Me he reido a mas no poder…
Jajajajajaa, esa es la idea Andrés, que lo disfruten… Me contenta agregar un poco de humor a tu vida.
jajajaja, ¡qué bueno que te gustó!
Guao! Tantas cosas que podría decir y contar del metro, desde que comencé a transitarlo en los 90, por ejemplo (Desde su inauguración hasta ese año vivía fuera, en la provincia) No sólo eso, sino que recuerdo que cuando comenzaba el movimiento emitía tres tonos, que son unas notas de un acorde particular. ¿Ustedes recuerdan eso? Soy de mucho caminar y trajinar, porque aunque tengo carro desde hace una año elegí que quería comer bien, en lugar de tener la nevera vacía y el carro funcionando… Y así he aprendido a disfrutar los rincones de Caracas que por la prisa de un automotor pasaron desapercibidas. Una vez un empujón me hizo caer de rodillas y lo que más me dolió fue el orgullo de madre que mi hija viera en medio de los caraqueños, sus paisanos, un espectáculo tan dantesco,
De tener anécdotas tan sangrientas creo que me hubiese desmayado… soy muy sensible e impresionable. Por lo tanto me programo siempre para llegar a mi destino a tiempo e ilesa y Roos es mi recomendación. Mientras creas es un karma, te va a perseguir. Visualízate tranquilo y hasta sentado y vendrán más momentos así. Como siempre es mejor contar estas cosas con el espacio del tiempo. En su oportunidad fue bien desagradable. estoy segura de eso. Y contarlo, con ese toque de humor, nos ayuda a superarlo. Besos y abrazos a esa bella familia digital
Y esto es apenas una muestra de las cosas que uno ve a diario. yo también recuerdo ese Metro fabuloso que hasta parecía de otro país. Sin duda contar esto con humor es una manera de drenar y concientizar a otros, aunque en su momento haya sido sumamente desagradable. Gracias por las recomendaciones siempre Sheila… Te queremos y abrazos de vuelta…
Recuerdo las tres notas… ahora son 3 olores… mierda, pupú y caca… 🙁
Me encantó el estilo fresco y familiar. Tenía años que no escuchaba un programa de radio y me sentí, escuchando un programa. Excelente la calidad del sonido. Y como dice Aura, las reglas y normas están, solo que no las cumplen. No se debe entrar a los vagones con animales o en caso de hacerlo, colocarlos en una jaula. No se debe entrar con paquetes demasiado grandes, bla, bla, bla. Y se me ocurre una locura, se que no se debe para que no te roben el equipo, pero llevar un podcast de las normas, que cuando arranque el tren lo enciendes y de alguna manera culturizas, educas y a alguien le debe quedar algo.
Así es Sofi, sería genial «educar» a las personas en tiempo real. Quizás estamos lejos de eso, pero mientras seguiremos contando las cosas tal cual suceden para ver si al menos un grupo tima conciencia y hace las cosas mejor. Qué bueno que te gustó este episodio…
¡Gracias, Sofía!
Lamentable lo sucedido, ciertamente tomar el metro es toda una aventura y hacia los Valles del Tuy, no tiene precedente, pero la forma como lo cuentan de forma tan amena e ilustran lo que allí sucede, tan gráfica que no hace falta visitar jajajjajjajjaja, con la excepción para visitarlos a ustedes. Los felicito por compartir en familia sus aventuras… Gracias
Jajajajajaja Mari, esas son algunas «cositas» de las que vemos a diario. Y sabes que aunque sea una «aventura extrema» nuestra casa es tuya también, por aquí te esperamos…
Muy gracioso.
Jajajajaja qué fino que lo disfrutaste Nadeska…