Viendo los «programas infantiles” de la televisión venezolana, no es difícil preguntarse por qué existe tanto muchacho tarado, mal hablado, malcriado y hasta que piense que sus capacidades histriónicas pasarán de la pequeña pantalla a las monumentales tablas de algún musical de Hollywood.
Una de estas tardes en las que extrañamente me encontraba trabajando cerca del televisor, me conseguí con un dizque programa de niños, donde la idea era que se presentaran las muchachitas imitando a alguna artista famosa. Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando me di cuenta que no sólo era una mamarrachada de plató, sino que las participantes eran unas niñas que alcanzaban un poco más de un metro de altura, emperifolladas y maquilladas cual meretrices, interpretando canciones ochentosas de mal gusto, entre las que destacaban Amanda Miguel, Kiara, Francheska, entre otros vejestorios de la época, aupadas supongo por lo que podría decirse era una “especie” de animadora (igual de tarada que las actrices de Somos tú y yo) y por un público de madres “orgullosas” que seguramente entre ellas comentan que su retoñito es la más bella o la más capaz entre las demás.
La cuestión es que yo me pregunto, ¿de verdad creen que les están haciendo un favor a sus hijas? ¿No se dan cuenta que lo que les meten en la cabeza es la falsa idea de que mientras más meneen el culo más aplaudidas, famosas y aceptadas en su círculo social serán? Mujeres, si son madres creo que el patrón de crianza debería ser otro y si es que ustedes crecieron con esas falsas y malignas ideas, creo que es hora de romper el molde y empezar a hacer algo productivo por sus hijas y el futuro que les espera.
En el mundo hay millones de actividades extracurriculares en las que pueden encaminar a sus hijas para que resalten del resto, lo malo es pensar que es súper fastidioso llevar a la niña a clases de natación, pero es “cool” llevarla a la TV a maraquearse con cuanto carajito birriondo le asignen como pareja de baile, o asistir con tu bella “princesa” a cuanta fiesta infantil se te ocurra permitiendo que los chamos bailen como si se tratara de una cópula canina. La verdad es que hay de todo en la “villa del Señor” pero traer al mundo a una criatura para que sea una más de la malgastada sociedad que tenemos, no es la idea. Los hijos definitivamente necesitan ser guiados para convertirse en lo que mejor puedan ser, y desvirtuar eso por un simple capricho o una “frustración” del pasado no es la mejor opción. Si tú querías ser bailarina del Ballet de Marjorie Flores, o pertenecer a una pandilla de bailarinas de reggaeton y no pudiste, ¡es TU PEO!, no vuelques ese sueño truncado en tu hija que quizás pudiera ser una famosa artista plástica o tener mejores emprendimientos que tú… Observa muy bien las cosas en las que tus hijas se destacan y aprovéchalas, y si son ideas fuera de lugar, ayúdala a encaminarse y no te conviertas en la mala sombra del triste porvenir de tu pequeña.
Espero que te sirva de algo leer esto, y si no, pregúntate qué es preferible ¿una carajita con una barriga a los 12 años o un futuro brillante construido por ti para tus hijas?
La verdad que si tubiese una hija o nieta bajo ninguna sircunstancia dejara bailar de esa forma vulgar y soez con la que bailaan algunas niñas creo que sus padres las estan llevando por mal camino
No te referirás al programa ese de «Sábado Sensacional» (O mejor dicho «Humillacional») que es tipo «American Idol»???
Para mí el problema no es que el niñ@ se presente en algún programa de esos «imitando» a un artista (GIlberto Santa Rosa, Kiara, Jennifer Lopez, etc…), sino en que los padres pretendan «explotar» el «talento» del hij@ como una «maquina de hacer dinero» sin tomar encuenta sus sentimientos…
Aquí en Venezuela existen «concursos» (nada que ver con el «programita» de «Sabado Humillacional») en que los «pequeños talentos» aprenden disciplina con su «entrenador» asignado y en la hora de la prueba final un público asignado par eso «vota» por el «mejor» (Evitan los mas posible la participación de los padres y/o representantes del niñ@ en cuestión para evitar «favoritismos») e inclusive en el mismo hay abogados que ejercen la LOPNA (Tanto la critican y solo recurren a ella cuando les «conviene») para revisar el vestuario y el repertorio para evitar la «hipersexualización»…
Totalmente acertado tu comentario, es descarado la forma en que se presentan los niños en esos programas…
¡Aplausos de pie!